Qué es: como su nombre indica es el ratón más común que hay, su distribución es prácticamente mundial y habita en zonas rurales o poco urbanizadas.
Clasificación: ya que su distribución es mundial es más fácil encontrar subespecies, dado que se van especializando según las regiones que habitan. Se han aceptado 5 subespecies y hay cuatro más por determinar.
Morfología: Es un roedor de pequeño tamaño y de apariencia grácil, con un peso corporal entre los 10 y los 25g. Los adultos presentan una coloración variable: gris oscura o gris marrón en la parte dorsal y otra más clara en la parte ventral. Pueden tener una línea clara que delimite ambos colores, o puede que esta línea esté difuminada, haciendo un cambio gradual. La cabeza presenta un morro puntiagudo, ojos pequeños y negros y orejas pequeñas y redondeadas. La cola está recubierta de anillos escamosos de entre los cuales, salen pelos cortos y finos. La cola es larga, más o menos de la misma longitud que la cabeza y el cuerpo juntos. El ratón domestico únicamente se puede confundir con los individuos jóvenes de rata gris (Rattus norvegicus) o de la rata negra (Rattus rattus). Los excrementos son dispersos, compactos, con forma de cilindro y miden de 3 a 6 mm de longitud.
Ciclo Biológico: Los ratones macho llaman a las hembras con ultrasonidos de una complejidad semejante a la del canto de los pájaros. Después de la cópula, la hembra desarrolla una estructura vaginal que impide una posterior cópula. El período de gestación es entre 19 y 21 días, y tienen entre 3 y 14 crías. Una hembra puede tener entre 5 y 10 partos al año. Los ratones silvestres suelen vivir un año de media por la gran depredación a la que están sometidos. En cautividad pueden vivir hasta tres años.
Comportamiento: En ocasiones hace nidos. Vive tanto en exteriores como en interiores, pero nunca en las cloacas. Construye el nido generalmente alrededor de materiales almacenados. Puede escalar fácilmente. Cuando come, lucha o se orienta, se apoya únicamente de sus patas posteriores y se equilibra apoyándose en la cola. Los ratones comunes son más activos en el crepúsculo o por la noche. Son territoriales y un macho dominante acostumbra a vivir con diversas hembras y los ratones jóvenes. Se alimentan principalmente de materia vegetal, pero aceptan carne y productos lácteos. Beben agua, pero necesitan muy poca y aprovechan la contenida en los alimentos. Los ratones tienen miedo de las ratas, que los pueden matar y comer parcialmente, por eso, ratas y ratones no acostumbran a vivir juntos.
Hábitat y Distribución geográfica: Su área de distribución original era básicamente Europa y parte de Asia, aunque a lo largo de los siglos ha sido introducido en América del Norte, las costas de América del Sur, Sur África y Oceanía. De manera que, excluyendo los polos, el amazonas y África central, su distribución es mundial. Es predominantemente un comensal que puede vivir en cualquier lugar donde pueda encontrar comida. Generalmente habita en los márgenes de piedra o entre la vegetación herbácea, a orillas de los campos de cultivo, donde haya agua disponible.
Importancia Sanitaria y Riesgos: Los ratones no generan una problemática tan importante como la rata gris (Rattus norvegicus) o la rata negra (Rattus rattus); no obstante, como el resto de roedores, son reservorios naturales de organismos infecciosos. Estos organismos patógenos, si se transmiten al hombre y/o a animales domésticos, pueden provocar diversas enfermedades como el tifus (transmitido a través de las pulgas y posiblemente a través de excrementos y orina), diversas fiebres (transmitidas por mordidas de ratones o a través de garrapatas), el Hantavirus (por la presencia de orina de ratones en agua o en alimentos), o la salmonelosis (por contaminación de excrementos de ratones)
Plaga: En zonas más rurales es habitual encontrar ratones, aunque si éstos proliferan demasiado, es posible que entren en nuestras casas y se acomoden en nuestros sofás, colchones, cocinas... esparciendo sus excrementos y orina por nuestras casas. De manera que es recomendable mantener un control de dicha especie.
Existen varios sistemas de lucha contra roedores, por lo que valoraremos la situación y elegiremos el tratamiento más adecuado a cada entorno y circunstancia.
Tratamiento con cebos raticidas por ingestión
Tratamiento con aparatos de captura
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