Procesionaría del pino

Thaumetopoea pityocampa
procesionaria

Descripción:

Qué es: Es una especie de lepidóptero, cuya fase larvaria (oruga) se caracteriza por ser el insecto defoliador más importante de los pinos del Mediterráneo, además de estar recubierta por pelos urticantes.

Clasificación: la procesionaria del pino, Thaumetopoea pityocampa, pertenece a la familia Thaumetopoeidae. Anteriormente este clado era una subfamilia de otra familia, Notodontidae, aunque actualmente ha ascendido a formar su propia familia.  En ocasiones también la podemos ver como Traumatocampa pityocampa.

Morfología: Normalmente se reconocen los insectos holometábolos por su fase adulta (escarabajo, mariposa...); en este caso la fama se la lleva la fase larvaria, esa oruga con pelos urticantes que baja de los árboles en fila y forma largas hileras. Tanto su comportamiento como su morfología ayudan a distinguir esta especie. Los huevos son redondos, blancos y están colocados en forma de espiral alrededor de una acícula (hoja de coníferas) y a veces dos. Muy apretados entre sí, como un muelle contraído, a veces parecen hexagonales. Todos los huevos están recubiertos por escamas del cuerpo de su madre, para protegerlos. De ellos saldrán las larvas, que irán creciendo en tamaño a medida que pasen por los diferentes estadios, llegando a medir unos 4cm. Lo que más destaca de la oruga son sus más de 500.000 tricomas, filamentos urticantes que envuelven todo su cuerpo. Éstos son de un color blanco amarillento, y en la línea dorsal un poco más oscuros: amarillos anaranjados. La cabeza de la oruga es negra y tiene unas fuertes mandíbulas. La crisálida es una cápsula marronácea en la que se distinguen varias anillas más oscuras y además ésta suele estar enterrada en el suelo. La fase adulta es poco vistosa, la mariposa es de colores grises y tiene una envergadura alar de unos 4-5 cm.

Ciclo Biológico: Es un insecto holometábolo, por tanto, tiene varias fases (huevo, larva, crisálida y adulto) que morfológicamente son muy diferentes. Los huevos se colocan en espiral alrededor de una o dos acículas de los pinos, envueltas y protegidas por escamas del abdomen de la propia madre. Cuando eclosionan a los 30-40 días después de la puesta, salen las larvas (generalmente entre septiembre-octubre), que sería la fase más conocida de esta especie. Son ellas las que fabrican los típicos bolsones blancos en los árboles, que se avistan fácilmente ya que buscan las zonas más soleadas. Durante el día, las larvas salen de los bolsones para alimentarse de las hojas del árbol en el que están, y después por la noche van a refugiarse nuevamente al bolsón de seda. Como a todos los insectos, las temperaturas afectan a su desarrollo: La temperatura ideal de actividad es entre 20-25ºC; entre 10-20ºC las orugas siguen alimentándose, pero no crecen ni se desarrollan (la 4ª fase larvaria puede alargarse hasta 4-5 meses); por debajo -12ºC pueden morir colonias enteras; Finalmente, temperaturas muy elevadas tampoco les favorece: a 30ºC desaparece comportamiento gregario y 32ºC mueren las larvas. El invierno lo pasan en alguno de sus 5 estadios, en los que va creciendo progresivamente la larva y también su voracidad. A partir del 3º estadio salen los tricomas (pelos) urticantes y densifican las bolsas haciéndolas más vistosas, Cuando las orugas ya han llegado a su 5º estadio larvario, bajan en fila, como en las procesiones (de ahí su nombre común), hasta el suelo donde se entierran para formar la crisálida donde realizarán la metamorfosis. Por regla general, la bajada de las orugas suele ser entre abril y mayo, aunque en los últimos inviernos, que han sido muy suaves debido al cambio climático, esta bajada se ha empezado a observar en febrero. Esta procesión siempre está encabezada por una oruga que dará lugar a una mariposa hembra, ésta buscará sobra en lugares muy soleados o sol en ambientes más fríos, para encontrar una ubicación en la que enterrarse a unos 20ºC. Cuando se entierran las orugas, ellas mismas se envuelven en un capullo de seda (pre-pupa) durante 21-30 días, para después emerger como adultos. Esta crisálida enterrada, tiene la capacidad de entrar en diapausa y emerger hasta 4 veranos después. La última fase sería el insecto adulto, que tiene forma de mariposa con hábitos nocturnos y que sólo vive durante 24h. Suelen salir de la crisálida al atardecer, para evitar a la mayoría de sus depredadores (aves). Para cuando anochece, el macho ya ha detectado a la hembra y se han reproducido. Cuando cae la noche, la hembra busca el sitio propicio para desovar sus 100-300 huevos, que suele ser la copa de algún cedro, abeto o pino, especialmente. Una vez seleccionado el árbol, la hembra pone los huevos, normalmente en la parte más alta de la copa, y ahí volverá a empezar otra vez el ciclo.

Comportamiento: Cada una de las fases tiene características y comportamientos diferentes. Este hecho nos ayuda a combatir mejor esta plaga. Por ejemplo, sabemos que es el insecto defoliador más importante de la península Ibérica, ya que sus larvas salen de día, cuando hace calor para alimentarse de las hojas del árbol en el que viven, y se resguardan del frío de la noche en los bolsones que ellas mismas fabrican. En principio no suelen atacar otros árboles, lo hacen únicamente cuando el árbol en el que están es muy pequeño (tiene poca copa), o bien cuando el árbol está infestado por otras colonias de procesionaria. Solo en estos casos las orugas pueden pasar de un árbol a otro para alimentarse durante todas las fases larvarias. Además, las orugas tienen un comportamiento gregario, cosa que les permite mantener el calor, y cómo van en grupo provocan verdaderas “calvas” (sin hojas) en las ramas de los árboles. A temperaturas de 30 °C, este comportamiento gregario se pierde, y las larvas se disgregan. Cuando bajan de las copas para enterrarse en el suelo lo hacen en forma de fila (como una procesión), también de forma gregaria. Este comportamiento les permite esconder la cabeza negra, fácilmente reconocible por los pájaros (sus depredadores), en las orugas que van por delante de la procesión, de este modo se protegen unas a otras. Al no distinguirse el inicio y el final de cada oruga, da la apariencia de un individuo grande y largo cómo podría ser una serpiente, ahuyentando una vez más a sus depredadores.  Además, las orugas también tienen medio millón de tricomas urticantes, los cuales pueden lanzar, como dardos envenenados, si se sienten amenazadas. Estos tricomas aparecen a partir del 3º estadio, lo que quiere decir que las larvas pueden desprender sus tricomas desde el árbol y éstos ser transportados por el viento. Por tanto, no solo hay que protegerse de la procesión de orugas al bajar, sino también de la presencia de estas en los árboles cercanos. Del mismo modo que también hay que protegerse cuando se destruyen directamente los bolsones de los árboles (previamente mojados para evitar la dispersión de tricomas). Por lo que concierne a las crisálidas, estas no solo forman una cápsula en la cual transcurre la metamorfosis, sino que además se entierran. Con este comportamiento no solo se protegen (sobre todo de las abubillas, ya que son su alimento preferido), sino que además consiguen una estabilidad en la temperatura para poder llevar a cabo todos los cambios biológicos que transcurren durante esta etapa. Finalmente, el comportamiento del individuo adulto, aunque fugaz, también es bastante característico ya que es nocturno, evitando así la mayoría de las aves que lo depredan. Este comportamiento y su coloración grisácea ayudan a la supervivencia del individuo mimetizándose con las cortezas de los árboles, además tiene la capacidad de volar para huir si pasar desapercibido no funciona.

Hábitat y Distribución geográfica: Se distribuye por todo el sur de Europa, Asia menor y Norte de África y también se ha introducido en algunas zonas de América del sur. Abunda por todo el Mediterráneo, especialmente en la península Ibérica e Islas Baleares. Su hábitat son los bosques de cedros, abetos y sobre todo pinos: pino laricio (Pinus nigra), pino canario (Pinus canariensis), pino silvestre (Pinus sylvestris) o incluso especies exóticas como el pino ponderoso (Pinus ponderosa) o el pino de California (Pinus radiata).

Importancia Sanitaria y Riesgos: Existen varios damnificados por esta plaga. En primer lugar, encontramos los propios árboles en los que se desarrolla la plaga. Estos árboles sufren defoliaciones intensas que, aunque raramente matan al árbol, sí que reduce considerablemente su fuerza y vigor, reduciendo así su crecimiento anual. Esto implica pérdidas económicas en industrias de producción maderera, o pobreza en los bosques naturales. Los otros perjudicados por esta plaga son las especies animales (incluyendo al hombre) que viven en las cercanías de los árboles afectados. El principal problema para los animales serían los tricomas urticantes que desprenden las orugas. Estas pueden provocar en humanos irritación y/o leve inflamación (en orejas, nariz y garganta), dificultad respiratoria, o hasta fuertes reacciones alérgicas. En el caso de nuestras mascotas, las principales partes afectadas son las patas, nariz, boca, garganta... Los pelos urticantes pueden llegar a la boca, bien porque se laman las patas cuando sienten picazón o bien por aspiración (o ingestión) directa de la oruga. En cualquier caso, hay que evitar frotar para eliminar estos pelos urticantes, ya que se suelen acabar clavando más cantidad y más profundamente. Los síntomas de estos pelos son igualmente irritación y/o inflamación, hipersalivación, moratones en la lengua, úlceras y ampollas, fiebre y decaimiento, necrosis en tejidos afectados, o incluso la muerte si se ingiere y hay afecciones internas graves. De manera que hay que prestar especial atención a mascotas y niños, que son los grupos más afectados.

Plaga: Cada una de las fases se comporta de una forma diferente, lo que nos proporciona diversas formas de actuación frente a la misma especie en función de la época del año en la que estemos. Este hecho nos ayuda a combatir mejor esta plaga dependiendo de qué estado o fase se encuentre el individuo. Por ejemplo, en la etapa adulta se podrá utilizar el tratamiento de feromonas, mientras que en la etapa larvaria se podrá usar un tratamiento químico (nutritivo para el árbol y venenoso para la oruga que se alimenta del árbol). Hay otros tratamientos como los físicos: destrucción directa de los bolsones formados, de las crisálidas enterradas...

Tratamiento:

Tratamiento con endoterapia

  • La endoterapia es el tratamiento para árboles mediante inyección directa. El árbol asimila el producto y lo distribuye rápidamente a través de su sistema vascular para que se distribuya homogéneamente por todos sus tejidos.
  • No afecta ni a abejas, ni a personas ni a animales no diana, ni tampoco al medio ambiente. No requiere plazo de seguridad.
  • Es la mejor forma de prevenir y/o tratar esta plaga y debe realizarse preferiblemente durante el otoño o a principios de invierno.
  • Una vez inyectado el preparado, el árbol absorbe la mezcla y llega hasta las hojas que son consumidas por las orugas y mueren.
  • El biocida se inocula con un coctel de nutrientes que ataca la plaga y nutre al árbol.

Tratamiento con insecticidas de acción por contacto

  • Requiere cerrar la zona a tratar y tiene un plazo de seguridad que se debe respetar antes de volver a entrar en la zona afectada.
  • No son productos tóxicos, son productos plaguicidas con catalogación máxima de nocivos y son altamente efectivos.
  • No crea problemas de inmunidad.
  • El tratamiento se realiza mediante pulverización que se aplicará a las áreas próximas al árbol afectado.

Captura de las orugas

  • Instalación de un anillo alrededor del tronco para capturar los individuos que bajan por el tronco evitando así las posibles consecuencias de entrar en contacto con las urticantes orugas.

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