Qué es: Son de los insectos más antiguos que hay, llevan muchos millones de años sobre la Tierra y prácticamente no han sufrido cambios. No tienen alas, a diferencia de la gran mayoría de insectos. Lepisma saccharina es conocido como pececillo de plata y Ctenolepisma longicaudata es conocido como pececillo de plata de cola larga.
Clasificación: Aunque hay reorganizaciones taxonómicas recientes (y muy frecuentes), actualmente se consideran insectos dicóndilos (como la inmensa mayoría de insectos), pero este clado se subdivide en dos: los Zigentomos (Orden Zygentoma = pececillos de plata) y los Pterigotos (O. Pterigota = libélulas, efímeros y neópteros [cucarachas, mantis, saltamontes, escarabajos, mariposas, abejas, hormigas...]).
Morfología: Miden entre 7 y 15mm de longitud y son de color plateado, por sus escamas que recubren todo su cuerpo. Estas escamas aparecen en la tercera muda, lo que hace que las primeras mudas sean de color blanquecino. Tiene el cuerpo alargado y aplanado, dividido en cabeza, tórax y abdomen, aunque cuesta distinguir cada parte. La cabeza es muy pequeña, y ahí tienen los pequeños ojos compuestos, muy separados y rudimentarios, las largas antenas y unos filamentos alrededor más cortos. El tórax tiene 3 segmentos y de cada segmento le sale un par de patas, que suelen ser de color crema-anaranjado, como las antenas y los cercos abdominales. El abdomen tiene 10 segmentos y el último es largo y fino. También presenta dos cercos, que en conjunto da la apariencia de tener tres colas, todas ellas de color crema. Todas las especies de pececillos de plata (las más habituales: Lepisma saccharina y Ctenolepisma longicaudata) se parecen mucho morfológicamente, pero hay una serie de diferencias que ayudan a distinguirlos. Ctenolepisma longicaudata puede ser ligeramente más grande, más claro (gris plata, mientras que Lepisma saccharina suele ser más gris antracita), presenta más vellosidades y la diferencia más destacada es que los cercos y al último segmento abdominal (las 3 colas) son mucho más largas.
Ciclo Biológico: El ciclo biológico de este insecto varía en función de la temperatura, lo que hace que desde que sale del huevo hasta que se convierta en adulto puedan pasar entre cuatro meses o hasta 3 años. Necesita temperaturas mínimas de 20ºC para desarrollarse, siendo entre 25-30ºC su temperatura ideal, en la cual una hembra puede depositar centenares de huevos. Los huevos son colocados en grupos de 2 a 20 unidades (máximo diario), siempre escondidos en grietas y oquedades en las paredes, muy difíciles de detectar. De los huevos saldrán las ninfas, aproximadamente 8 mudas diferentes (unas 4 al año) debido a su crecimiento constante. Hasta que llegue al adulto, sexualmente activo. No se produce cópula, ya que su fecundación es externa: el macho produce un espermatóforo (cápsula con esperma), que deja colgando y luego “corteja” (conduce) a la hembra hasta llegar a él. La hembra lo reconoce mediante marcas bioquímicas, lo introduce en su abertura genital (interior) y lo fecunda. La longevidad de estos insectos puede ser de hasta 7-8 años. Es completamente imposible que un pececillo de plata se reproduzca en un lugar frío y seco.
Comportamiento: Son nocturnos y son muy ágiles: pueden correr rápido y escalar muy bien. Tienen la capacidad de recorrer grandes distancias en busca de alimento, y cuando la encuentran se mantienen cerca. No detectan la comida a distancia, como lo harían las cucarachas, sino que simplemente se “topan” con ella ya que son organismos muy primitivos y sus métodos de detección son bastante arcaicos. Sólo hay 3 animales que puedan digerir la celulosa (ellos mismos sintetizan la enzima celulasa directamente): Lepisma saccharina, algunas termitas de la familia Termitidae y el molusco bivalvo Teredo navalis. El resto de los animales que se alimentan de celulosa, que es la gran mayoría, digieren la celulosa gracias a una simbiosis con bacterias (flora intestinal). Los herbívoros han desarrollado el ciego (nuestro apéndice, inútil en nuestro caso) y los rumiantes tienen un estomago modificado conocido como “Rumen”. Estos insectos, no necesitan nada de esto ya que son capaces por sí mismos de digerir la celulosa. Principalmente se alimentan de hongos, pero también de otras materias orgánicas formadas por almidón y otros polisacáridos (cartón, celulosa del papel, siliconas, el pegamento de encuadernar los libros, moho, azúcares, restos de tejidos, cabellos...). Tienen una fuerte fototaxia negativa (huyen de la luz), lo que hace muy difícil verlos ya que huyen corriendo al encender las luces. Necesitan un alto grado de humedad (min 50-70%), sin la cual no se podrían reproducir. Pasan la mayor parte del tiempo escondidos en sus guaridas, o en el interior de sus fuentes de alimentación.
Hábitat y Distribución geográfica: Insecto cosmopolita, puede vivir en la mayoría de los lugares y climas. Su hábitat ideal es húmedo, sin luz, y una temperatura cálida, entre 25-30ºC. Solemos encontrarlos en las viviendas, da igual lo limpias que estén, estos insectos necesitan muy poca cantidad de alimento. Reuniendo todas sus preferencias, las estancias típicas en las que los encontramos son: los cuartos de baño, debajo o detrás de los muebles, en sótanos, garajes... Podemos verlos cómo se esconden en los zócalos o en los marcos de las puertas, ya que se alimentan de silicona, o en pequeñas grietas u oquedades de las paredes y del suelo.
Importancia Sanitaria y Riesgos: los peces de plata son insectos totalmente inofensivos: no pican, no tienden a entran en nuestros orificios mientras dormimos (como dice la creencia popular), no contamina la comida y no transmiten enfermedades al ser humano. Pueden causar un daño económico si se alimentan de documentos, libros, sellos antiguos y/o valiosos. También podrían provocar un daño sanitario, ya que muchas veces estos insectos van acompañados de la aparición de ácaros u otros insectos, y esto podría provocar alergias.
Plaga: La aplicación de insecticidas es totalmente diferente en este grupo de organismos, por tanto, es preferible contactar con un especialista si hay una gran plaga, o si se desea acabar con ellos para prevenir problemas de salud.
Existen varios sistemas de lucha contra los pececillos de plata (Lepisma saccharina), por lo que valoraremos la situación y elegiremos el tratamiento más adecuado a cada entorno y circunstancia.
Tratamiento con cebos insecticidas por ingestión
Tratamiento con insecticidas de acción por contacto
Tratamiento con temperatura
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