Mosquito común o Mosquito trompetero

Culex pipiens
mosquito

Descripción:

Qué es: es una especie de mosquito cosmopolita que se adapta a distintos nichos ecológicos, se caracteriza principalmente porque sus hembras, hematófagas (ectoparásitos), pican al ser humano (huéspedes) provocándoles urticaria desde unas horas hasta unos días.

Clasificación: En el hemisferio norte Culex pipiens es el mosquito común, mientras que en el hemisferio sur es Culex quinquefasciatus. Existe cierta controversia porque algunos autores hablan de una variante o subespecie llamada Culex pipiens molestus. Esta variante habría ocupado hábitats subterráneos en zonas urbanas (metro de Londres) y tendría preferencia por picar al hombre, mientras que la variante original C. pipiens mantendría sus preferencias ornitológicas y residiría en zonas más rurales.

Morfología: Las dos variantes de Culex pipiens son morfológicamente muy similares y se distinguen básicamente por su carácter más molesto y algunas adaptaciones al medio subterráneo. El cuerpo del mosquito es alargado y de color marrón o amarillo pajizo, sólo si te fijas bien puedes observar que no tiene un color homogéneo ya que algunas escamas son claras y otras más oscuras. En la zona dorsal encontramos más escamas oscuras y algunas claras mientras que en la zona ventral es a la inversa. Esto confiere un color más oscuro en el dorso y un color más claro en la parte ventral. Cuerpo entre 4-10 mm, dividido en 3 segmentos: cabeza, tórax y abdomen. En la cabeza encontramos los ojos compuestos, las antenas (plumosas en machos, filiformes en hembras) y la probóscide (aparato bucal modificado y de forma alargada) por la que se alimenta. En los machos es más rudimentario mientras que en las hembras está adaptado para perforar y succionar la sangre, principalmente de animales de sangre caliente. Del tórax salen sus largas patas, finas y uniformemente oscuras. También presentan un par de alas largas, delgadas y, a diferencia de las moscas, están recubiertas de pequeñas escamas en los nervios o venas. El segundo par, como característica principal del orden de los dípteros, ha involucionado y se ha transformado en un par de halterios o balancines para mantener el equilibrio y agilizar los vuelos. El abdomen se puede ensanchar después de haberse alimentado, cosa que es muy visible en las hembras después de picarnos.

Ciclo Biológico: El insecto pasa por diversas fases (huevo, larva, pupa y adulto). Desde la puesta del huevo hasta que emerge el imago de la pupa pasan dos semanas. El huevo necesita agua para eclosionar, y las cuatro fases larvales y la pupa también necesitan agua puesto que son acuáticas. Una vez formada la pupa, el adulto sale dos días después, y una vez seco ya puede volar. Los machos suelen vivir una semana y las hembras alrededor de dos. Las hembras necesitan una fuente extra de proteínas para que los huevos se desarrollen, por eso se alimentará de la sangre de varios animales a lo largo de su vida. Aunque esto no es necesario para su primera puesta, que en insectos esta primera puesta suele ser más pequeña y menos numerosa que las posteriores. Pone los huevos pegados, formando grupos de 50-200 y siempre cerca de una fuente de agua (circulante o preferiblemente estancada) o encima de ella. Los huevos tienen forma alargada y los disponen en vertical, uno al lado del otro, formando estructuras que se conocen como navículas, por su parecido con una nave (embarcación). Se ponen muchos huevos porque hay una gran mortalidad, ya que las larvas (de poca movilidad) alimentan a peces, ranas y otros animales. Las larvas suelen colgar boca abajo de la superficie del agua y respiran mediante un sifón. Son filtradoras, limpian el agua de restos orgánicos (hojas caídas, otros microorganismos) y excretan nitrógeno, que, al ser un nutriente limitante, fomenta el crecimiento de las plantas. Pasadas las 4 fases larvarias, se forma la pupa, etapa en la que están dos días sin alimentarse, y de ahí, emerge el adulto. Los mosquitos tienen una vida sexual muy activa, por eso las hembras zumban, para llamar a los machos a reproducirse, y este ciclo se puede repetir unas cuantas veces a lo largo de su vida. Una hembra que vive unos 15 días puede llegar a poner cerca de 1000 huevos. Desde abril hasta noviembre, encontraremos los mosquitos activos, cuando las temperaturas bajen (no soportan temperaturas sostenidas por debajo de los 12ºC), los mosquitos entran en diapausa. En el caso de Culex pipiens son las hembras las que pasan el invierno en algún refugio oscuro, fresco y húmedo (garajes, almacenes, pozos o grutas entre las rocas). Ya que las hembras no van a hacer puestas de huevos, sino que van a pasar el invierno, ellas se alimentan de néctar y jugos dulces, sin picar a los humanos.

Comportamiento: Culex pipiens tiene hábitos nocturnos, por tanto, nos atacará entre la puesta y la salida del Sol. Además, se desplaza poco de su lugar de cría, donde lo encontraremos como mucho a pocas decenas de metros más lejos. Tanto machos como hembras se alimentan de polen, jugo de frutas y néctar, aunque las hembras necesitan un suplemento alimenticio proteico para la puesta de sus huevos y lo obtienen de la sangre de sus víctimas. A la vez que absorben esa sangre, también inoculan otras substancias, como su saliva que produce comezón, hinchazón e irritación. También inyectan proteínas anticoagulantes para facilitar la extracción de sangre y aliviar el dolor durante la picadura. Además, también pueden inyectar microorganismos que hayan recogido de víctimas anteriores, trabajando así como transportadores de las enfermedades, a esto se le llama ser vector de enfermedades. En el caso de C. pipiens es una especie que se puede considerar inofensiva, ya que, aunque puede transmitir enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el dengue o la filariasis entre otras, en nuestra área geográfica no hay enfermos de malaria para que venga un mosquito, se infecte y esparza la enfermedad. Además, estas enfermedades, si se diagnostican a tiempo (como suele pasar en países desarrollados), no son mortales y apenas dejan secuelas, cada vez menos. Culex pipiens tiene preferencias ornitofílicas, aunque no desprecia cualquier animal de sangre caliente, como el hombre. Cuando las condiciones climáticas son desfavorables para los mosquitos y su desarrollo, entran en diapausa. La diapausa es un estado de latencia programada que se da en invierno en zonas templadas y en las estaciones secas de las zonas tropicales. Por tanto, durante el invierno no desaparece, dependiendo de la especie de mosquito se queda latente una fase u otra del ciclo. En el caso de Culex pipiens son las hembras las que invernan y se esconden en lugares oscuros, frescos y húmedos. De esta manera pueden poner la primera puesta de la temporada cuando las condiciones climáticas son más favorables. Hay que tener en cuenta que los mosquitos son portadores de enfermedades, y si éstos entran en diapausa, se verá reflejado en la dinámica de la enfermedad que transmitan (habrá menos nuevos contagios). Así pues, los mosquitos no solo son vectores, sino que también funcionan como reservorio para los organismos patógenos en invierno, o estaciones secas, ya que se reactivan a la vez. Culex pipiens es un mosquito con gran plasticidad adaptativa, ya que puede presentar variaciones en su apetencia por las diferentes latitudes (Norte-Sur) o incluso por los diferentes medios (subterráneos, rurales, urbanos...). Tal es su capacidad adaptativa que algunos autores hablan de una subespecie o variedad, la Culex pipiens molestus, descubierta en el metro de Londres, aunque su distribución es mundial.

Hábitat y Distribución geográfica: El mosquito común es una especie cosmopolita y sus diferentes subespecies se encuentran distribuidas por todo el mundo: Europa, África, Asia, América y Oceanía. En el hemisferio Norte se encuentra C.p. pipiens, mientras que en el Sur hay C. quinquefasciatus. Por otro lado, C.p. molestus se encuentra en todos los lugares del planeta que reúnan las condiciones necesarias: zonas subterráneas, con alto contenido de materia orgánica, sin necesidad de agua zonas subterráneas, con alto contenido de materia orgánica, sin necesidad de agua... Durante el invierno necesita resguardarse del frío en grutas, pozos, garajes o almacenes. El resto del año necesita alguna fuente de agua, ya sea circulante o estancada, para que los huevos eclosionen y las larvas y las pupas puedan desarrollarse, aunque prefieren las aguas estancadas, poco profundas, templadas y ricas en materia orgánica.

Importancia Sanitaria y Riesgos: El principal problema de los mosquitos son sus picaduras. Éstas son muy molestas, sobre todo si hay más de una. A parte hay que tener en cuenta las reacciones alérgicas que se puedan tener o la posibilidad de la transmisión de enfermedades. Aunque se considera una especie inofensiva, puede transmitir enfermedades graves como la malaria, encefalitis (japonesa, equina, venezolana y de San Louis) el virus del Nilo Occidental (VNO), el chikungunya, el zika, el dengue... El agente patógeno pasa desde el intestino del mosquito hasta las glándulas salivares, donde espera para ser inoculado en su siguiente huésped. Para alguna de estas estas enfermedades existe cura, como la malaria, aunque no por eso dejan de ser menos mortales. Para otras, sin embargo, solo se pueden paliar los síntomas que suelen afectar al sistema nervioso. También se debe tener en cuenta que los mosquitos pican diferentes especies de organismos para obtener su sangre. Esto quiere decir que pueden ser vectores puente entre especies, y que podrían llegar al hombre (zoonosis). A parte, hay que tener en cuenta que como los mosquitos no se desplazan demasiado, pueden tener una gran repercusión en las personas y animales de una zona en concreto.

Plaga: Es una es una especie que se reproduce mucho, y para este propósito necesita sangre. Hay diferentes factores que atraen a los mosquitos, algunos los podemos evitar (el color de nuestra ropa), otros no (la exhalación de CO2 y de ácido láctico, nuestro calor, grupo sanguíneo o nuestro sudor). Lo mejor para luchar contra ellos es tomar medidas preventivas, como evitar aguas estancadas, poner mosquiteras o hacer un tratamiento en la vegetación que rodea nuestras casas. De esta forma se eliminan los individuos adultos que se alimentan del polen y el néctar y se reduce muchísimo la población. También hay lámparas insectocaptoras que atrapan insectos voladores y las hay específicas para mosquitos, tanto para interior como para exterior.

Tratamiento:

Existen varios sistemas de lucha contra los mosquitos, por lo que valoraremos la situación y elegiremos el tratamiento más adecuado a cada entorno y circunstancia.

Control larvicida de mosquitos

  • Larvicida contra mosquitos que crea una barrera física en la superficie del agua que bloquea el desarrollo del ciclo de los mosquitos.
  • Afecta cualquier estado larvario + pupas.
  • Disuade a las hembras que pongan huevos.
  • No es tóxico para fauna y flora y respeta el medio ambiente.
  • Los mosquitos no desarrollan resistencia.
  • No afecta la potabilidad ni a la calidad del agua.
  • Es inocuo para animales y humanos en caso de ingestión.
  • Eficaz sobre cualquier agua estancada, independientemente de la carga orgánica.
  • No requiere cerrar la zona a tratar.
  • No crea problemas de inmunidad.
  • Inspección inicial, tratamiento de choque y seguimiento periódico.

 

Tratamiento con Bacillus thuringiensis

  • El tratamiento se realiza mediante este bacilo que elimina las larvas y así evitamos o reducimos la presencia de mosquitos adultos.
  • Espolvoreo de este producto en las zonas de puesta de huevos de los mosquitos.
  • No requiere cerrar la zona a tratar.
  • No crea problemas de inmunidad.
  • Inspección inicial, tratamiento de choque y seguimiento periódico.

 

Tratamiento con repelentes naturales

  • El tratamiento se realiza mediante pulverización o espolvoreo de un producto natural repelente para evitar que los mosquitos se acerquen a la zona a proteger.
  • El producto se aplicará en las áreas o cerca de las zonas donde queremos que no haya mosquitos.
  • No requiere cerrar la zona a tratar.
  • No crea problemas de inmunidad.
  • Tratamiento puntual o contrato anual: inspección inicial, tratamiento de choque y seguimiento periódico.

 

Tratamiento con trampas lumínicas

  • Utilización de trampas de captura con atrayente lumínico y dotados de una plancha adhesiva que permite atrapar el insecto. El principio de este método es la atracción de los insectos por la luz ultravioleta de los fluorescentes.
  • Disponemos de varios tipos de aparatos de captura. Elegiremos los más adecuados a cada zona y circunstancia.
  • Revisión periódica de los aparatos, sustitución si es necesario de la plancha adhesiva y atrayentes. Es recomendable sustituir los fluorescentes al inicio de la temporada de calor.
  • No requiere cerrar la zona a tratar, ni retirar los alimentos.
  • No crea problemas de inmunidad.

 

Tratamiento con trampas de captura

  • Utilización de trampas de captura con atrayentes específicos.
  • Estas trampas no contienen ningún tipo de insecticida.
  • No requiere cerrar la zona a tratar, ni retirar los alimentos.
  • No crea problemas de inmunidad.

 

Tratamiento con insecticidas de acción por contacto

  • El tratamiento se realiza mediante pulverización o espolvoreo que se aplicará a las áreas sensibles donde detenerse los insectos y posibles entradas del exterior.
  • Requiere cerrar la zona a tratar, retirar los alimentos y tiene un plazo de seguridad a respeta antes de volver a entrar en la zona afectada.
  • No son productos tóxicos, son productos plaguicidas con catalogación máxima de nocivos y son altamente efectivos.
  • No crea problemas de inmunidad.
  • Tratamiento puntual o contrato anual: inspección inicial, tratamiento de choque y seguimiento periódico.

Si crees que este es tu problema, no dudes, contacta con nuestro equipo de expertos.